1.030 km. convierten al río Tajo el más largo de la península. La sierra de Albarracín, en Teruel, es la que alberga el nacimiento del río. Destaca el monumento que hace honor a las tres provincias por las que pasa el río en sus primeros kilómetros: Teruel, Cuenca y Guadalajara.

   Es una zona rodeada de praderas, bosques de pinos y animales salvajes como ciervos o corzos, que corren a sus anchas por el espacio natural. Al mismo tiempo, todo está señalizado y preparado para los visitantes que quieran disfrutar del nacimiento del río.

   Pero no solo los ríos grandes tienen el privilegio de tener un nacimiento de ensueño. El río Urredera nace en Navarra, en la sierra de Urbasa, siendo un río corto de apenas 20 kilómetros. Sin embargo, los primeros metros de esta corriente fluvial son uno de los más bonitos de nuestro país. Está considerada una Reserva Natural, rodeada de bosques de pinos y encinas, y cuenta con una rica fauna acuática en la que destacan las nutrias y visones.

   Lo que hace característico a este paraje es el agua color esmeralda de las cascadas y del río, dándole un aspecto mágico y de leyenda.

   El Guadalquivir es uno de los ríos más conocidos de Sevilla, pero ¿te suena el Huéznar? Se trata de uno de los ríos más caudalosos de la provincia, con uno de los nacimientos más bonitos. Está situado en San Nicolás del Puerto, concretamente en Vereno, una zona de bosque que alberga olmos, chopos y alisos.

   Aparte de visitarlo por su belleza, esta zona es ideal para disfrutar de una excursión en la naturaleza en familia, ya que cuenta con senderos adaptados, así como con mesas y puentes de madera.